La creación del Esperanto como un idioma internacional surge con la finalidad de “solucionar el problema lingüístico en las relaciones internacionales y facilitar la comunicación internacional”, su tarea no sólo es la promoción del uso de una lengua común para todos como segundo idioma, neutral y democrático que sirva como puente para la comunicación con otras naciones, como se menciona en los estatutos de la Universala Esperanto Asocio (UEA), sino también la promoción de la paz, la solidaridad y la hermandad entre los pueblos del mundo sin importar raza, sexo, religión, etc. Aquí es importante recalcar que como producto de los objetivos logrados en relación a este último punto, la Asociación Universal de Esperanto fue nominada en 2008 para adquirir el “Premio Nobel de la Paz”.
Hablando retrospectivamente, en 1954 la Conferencia General de la Unesco reconoció que los logros del esperanto estaban de acuerdo con los objetivos e ideales de esta institución, por tal, se establecieron relaciones oficiales entre la Unesco y la UEA, cabe mencionar que la colaboración
entre ambas organizaciones continúa actualmente.
En 1977 el Director General de la Unesco, Amadou-Mahtar MBow, habló al 62° Congreso Mundial de Esperanto celebrado en Dinamarca. En 1985 la Conferencia General hizo un llamado a los Estados Miembros y a las Organizaciones Internacionales para promover la enseñanza del esperanto en las escuelas y su uso en los asuntos internacionales. LA Asociación Universal de Esperanto (UEA) tiene también un estatus consultivo con las Naciones Unidas, UNICEF, el Consejo de Europa, la Organización de Estados Americanos y la Organización Internacional de Normalización (ISO).
A pesar de que los fundamentos ideológicos del esperanto se basan en principios de paz y bienestar, a lo largo del tiempo el Esperanto se ha utilizado para cualquier objetivo imaginable, por ejemplo, su uso fue prohibido y sus hablantes perseguidos tanto por Stalin, al llamarle lengua de "cosmopolitas", como por Hitler, refiriéndose a él como lengua de judíos pues el creador del Esperanto, Zamenhof, era judío.
El esperanto no sólo es una lengua para comunicarse con personas de otros países sino que sirve como puente de intercambio y conocimiento cultural y científico, detrás de él existen muchas personas y asociaciones que han contribuído para que su uso sea cada vez mayor y sea más útil a la humanidad. ¡Aprende esperanto e integrate a nuestra comunidad!