La semana pasada concluyó el curso virtual de esperanto para principiantes que fue lanzado en conjunto por la Asociación Universal de Esperanto (UEA), la Organización Mundial de Jóvenes Esperantistas (TEJO) y la Liga Colombiana de Esperanto (KEL), cuyo público principal fueron los hispanohablantes. El curso participaron más de 500 personas y se llevó a cabo entre el 29 de junio y el 22 de agosto. Felizmente participaron en el proyecto 6 de nuestros queridos instructores mexicanos, todos con certificación en el idioma (MCER), así que queremos compartir con ustedes algunas de sus experiencias e impresiones sobre el asunto.
Al final encontrarán el texto de dos colegas quienes, finalmente, no fungieron como profesores pero que de alguna manera colaboraron y cuyos hijos participaron como alumnos.
Cabe decir que, más adelante, también compartiremos con ustedes experiencias y opiniones de algunos alumnos mexicanos que participaron en el curso.
Por el momento sólo nos resta agradecer a tod@s los que hicieron posible la realización de este proyecto.
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Araceli Aguilar
En junio pasado recibí la invitación de FME de que se buscan personas para enseñar el idioma de manera virtual y enseguida pensé: “tengo otras cosas qué hacer, no puedo”. De repente recordé el activismo de Mallely Martínez, presidente de la asociación nacional y mi ex instructora, así como de Martin Schäffer, director de la oficina central de la Asociación Universal de Esperanto, así que eso fue lo que cambió mi opinión, mi corazón me alentó y finalmente me inscribí en el proyecto.
En el curso encontré a algunos de mis queridos colegas mexicanos y de otros países quienes, al igual que yo, tienen bien puesta la camiseta, así que no nos importó tener tanto trabajo en la preparación de las clases, todos estuvimos dispuestos a colaborar. Participar en el curso me dio más la sensación de lo que es nuestra “ronda granda familio”, a la cual seguramente se integrarán varios de nuestros nuevos alumnos.
Gracias a UEA, TEJO y a los principales organizadores de KEL, Doniben Jiménez y Moisés Herrera, por la oportunidad de aprender enseñando. 320 horas de esta exitosa enseñanza-aprendizaje, como Doniben ha mencionado, nos ha llevado a la siguiente conclusión: ¡“La colaboración de este equipo fue tan buena que ya estamos pensando en nuevos desafíos”!
David López R.
Exactamente hace dos meses experimenté por primera vez la enseñanza de la lengua a un grupo a través de internet. La oportunidad de enseñar y de que este querido idioma se usara fue un disfrute incalculable, a pesar de estar consciente de las dificultades que hubiera podido encontrar en el andar. Cabe mencionar que en el viaje tuve el incentivo y coraje para mejorar mis capacidades y esto no sólo como consecuencia del entusiasmo de cada alumno, sino también de los queridos colegas ya que, domingo a domingo en reuniones de trabajo, tuve la oportunidad de aprender de las experiencias de otros maestros de Esperanto.
La posibilidad de conocer a tanta gente tan diversa y de diferentes lugares me dio lo necesario para mejorar mis propios conocimientos y uso del idioma, así que siempre estaré agradecido por la experiencia inolvidable con aquellos que iniciaron el proyecto.
Víctor I. Sombra A.
He disfrutado mucho la experiencia de enseñar el idioma en un curso tan grande e internacional, en él encontré a muy buenos alumnos, todos muy respetuosos y amables. Por otra parte es un placer que solamente después de 16 clases, sólo en dos meses, puedo decir que quienes terminaron el curso, pueden hablar en esperanto. A pesar de que fue la primera vez que se llevó a cabo el curso, puedo decir que la organización fue buena, así que espero que en un futuro haya muchos cursos más como este.
Carlos J. Velazquillo C.
¿Te imaginas que, a pesar de la situación actual de pandemia, la comunicación entre las personas por medio de un idioma de paz es posible? ¿Te imaginas que es posible reunir a todo un continente para aprender un idioma? Esperanto lo ha logrado por medio del curso de KEL, UEA-TEJO, en este gran proyecto colaboraron y participaron profesores y alumnos de diversos países, incluso de fuera del continente. Según mi humilde opinión esto logró uno de los sueños más conocidos de Zamenhof: romper las barreras entre los pueblos.
En todo momento hubo amistad en este curso y fue motivo de alegría y entusiasmo, son incomparables las ganas de los alumnos para aprender en cada sesión; mostraron mucha curiosidad y ganas de avanzar y los maestros siempre buscaron la manera de resolver cualquier duda o situación inesperada. Ya que tuvimos alumnos de muchos países, la posibilidad de aprender sobre diversas cuestiones culturales fue verdaderamente alta. Al final este curso mostró dos cosas: éxito y agradecimiento, el primero en el aprendizaje del idioma esperanto y el segundo por parte de la gente.
Iván G. Deance y Verónica Vázquez V.
Con un espíritu americanista recibimos la invitación de Dóniben Jiménez para participar en un proyecto para unir al continente: un tipo de sueño Bolivariano con ideales libertarios y emancipadores, sin embargo, la revolución que ahora presenciamos, no fue armada ni política sino basada en los ideales de Zamenhof que buscó la unidad de nuestros pueblos mediante el uso de una lengua en común que no pertenece a nadie y pertenece a todos, el esperanto.
Por cuestiones laborales no participamos como profesores, sin embargo fuimos testigos del curso masivo que se ofreció, haciendo uso de tecnología y buenas estrategias de enseñanza. Al final el nivel alcanzado fue satisfactorio, tal como lo demostraron los resultados de un examen final y una sesión de presentaciones individual.
Nuestros tres hijos tomaron el curso y pudieron conectarse dos veces por semana durante dos meses con maestros y estudiantes hispanohablantes de todo el continente, desde Canadá hasta la Argentina e incluso de la península ibérica, ¡sorprendente! Así que queremos compartir nuestro más grande reconocimiento a los colegas de KEL por la iniciativa y a los maestros y alumnos por contribuir en hacer realidad el sueño de romper barreras y acercarnos como hermanos.