Impresiones y experiencias de mexicanos en el curso de UEA-TEJO-KEL, parte 1

En este apartado encontrarán impresiones y experiencias de alumnos del curso virtual  de esperanto que fue lanzado en conjunto por la Asociación Universal de Esperanto (UEA), la Organización Mundial de Jóvenes Esperantistas (TEJO) y la Liga Colombiana de Esperanto (KEL), mismo que se llevó a cabo entre el 29 de junio y el 22 de agosto. Cabe mencionar que en total 68 mexicanos concluyeron el curso de manera exitosa, lo que nos alegra enormemente.

Queremos agradecer en especial a las 14 personas que nos enviaron su texto para publicarlo en este espacio, enseguida encontrarán el escrito de 7 de ellas, los demás los encontrarán en la siguiente publicación.

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Pablo D. Camberos S., estudiante de cinematografía. Ciudad de México.

Soy testigo del esfuerzo y empeño de los organizadores e instructores, en especial de Jezer Dorante, quien fuera mi profesor todo el curso.

La colaboración entre maestros y estudiantes y la disposición de todos para seguir aprendiendo fue, sin duda, fundamental para continuar con el aprendizaje del idioma y vislumbrar sus bondades; por ejemplo, la apertura de un sin número de puertas al conocimiento y, quizás, el inicio al plurilingüismo.

El esperanto es, pues, una excelente manera de entender la gran diversidad de mentes y sensibilidades que se pueden comunicar a través de un lenguaje neutro, lleno de potencial didáctico y creativo.

 

Alejandra Fernández, estudiante de psicología. Ciudad de México.

Las impresiones que tuve del curso fueron muy agradables, en dos meses me brindó la posibilidad no sólo de aprender rápidamente un idioma sencillo, sino de conocer y hablar con personas increíbles de distintas partes del mundo a pesar de que, o nuestro idioma materno era diferente, o existían diferencias en el español de los participantes.

Los profesores siempre fueron amables, pacientes y gracias al esfuerzo y cariño que nos brindaban en cada clase, mi interés por seguir aprendiendo despertaba más y más. La interacción en mi grupo fue bonita porque no sólo aprendí de los profesores sino también de mis compañeros.

 

Alondra Mijangos, psicóloga-escritora. Acapulco, Guerrero.

El curso de esperanto fue para mí una gran ocasión para aprender no solo un nuevo idioma sino un mundo lingüístico inacabable, lleno de posibilidades artísticas y mentales, donde la formación de palabras fue, es y siempre será enormemente excitante.

Cuando pienso en el esperanto, pienso en cómo un mundo nace a través de la comprensión y la degustación de las raíces y los afijos. Uno piensa de manera diferente en los idiomas después de esta aventura.

El curso de esperanto, además de ser un espacio increíble con estudiantes y profesores muy atentos e interesantes, me dio muchas herramientas para analizar, usar y amar la lengua más importante para personas idealistas. La organización fue perfecta para alcanzar una educación de calidad, colectiva e individual, que también nos brindó la oportunidad a cada uno de nosotros de hablar acerca de las cosas que nos gustan y, finalmente, de encontrarnos en algún momento para aprender juntos aún más.

 

J. Luis Navarro I., psicólogo-profesor. Acatlán de Juárez, Jalisco.

Al principio tuve un poco de temor ya que nunca había participado en un curso virtual, sin embargo, los profesores siempre fueron muy amables, aclararon dudas y la mayor parte de las clases fueron divertidas, en ellas se incluyeron temas interesantes y juegos. Esta experiencia fue excelente para mí porque conocí a gente principiante, como yo, y también a expertos en el idioma; los instructores. Para terminar lo único que puedo decir es que: ¡el esperanto sigue vivo y hoy más que nunca!

 

M. Efrén Ramírez R., maestro en educación básica. Juchitepec, Estado de México.

El curso de esperanto fue para mí una experiencia muy productiva y agradable en la que, por un lado, aprendí nuevas cosas y, por otro, reforcé los pocos conocimientos que tenía del idioma, además de que fue muy grato conocer a gente valiosa.

Así que quiero felicitar tanto a organizadores como a los maestros por el brillante trabajo que realizaron; siempre fueron muy amables y hubo seguimiento con los alumnos, de tal forma que he quedado motivado para seguir aprendiendo sobre la cultura esperantista, además de que el curso me ha abierto las puertas para poder practicar la lengua con compañeros que conocí en las clases.

 

Rubén J. Reyes L., maestro en preescolar. San Luis Potosí, SLP.

El aprendizaje del idioma en el Curso de Esperanto para hispanohablantes fue una de las mejores experiencias de esta cuarentena, ya que fue una actividad maravillosa y de este modo encontré mucha motivación.

A pesar de que algunas personas me decían que el esperanto que no sirve, mi experiencia fue maravillosa; conocí a mucha gente de diferentes países, así como a su cultura. Además sentí que recuperé el esperanto y eso fue muy importante para mí porque, de tal manera, puedo participar en ese mosaico de culturas. Así que, por supuesto, este idioma no sólo es tan bello como útil, sino que es una ventana al mundo.

 

Edgar Trujillo, corista de orquesta. Toluca, Estado de México. 

Me siento satisfecho de haber realizado el curso, ya que me di cuenta del poco tiempo que se requiere para aprender este idioma, en comparación con otras lenguas; tengo una certificación en italiano, la cual obtuve después de dos años de aprendizaje, en contraste, en un mes y medio ya pude comenzar a tener conversaciones en esperanto. Lo anterior debido a la experiencia de los maestros, mismos que resolvieron mis dudas en las clases y me dieron muchos recursos para continuar con el aprendizaje del idioma, además, y muy importante, cuento con compañeros con quienes puedo continuar practicándolo.

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* En la imagen aparecen algunos profesores y alumnos del curso que no necesariamente corresponden a aquellos que nos enviaron los textos aquí publicados.

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