Impresiones y experiencias de mexicanos en el curso de UEA-TEJO-KEL, parte 2

Finalmente les presentamos la segunda parte de la publicación sobre impresiones y experiencias de mexicanos que participaron en el curso virtual de esperanto, organizado por UEA-TEJO-KEL*, y cuya duración fue de dos meses en 16 sesiones.

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Abigail Flores, estudiante. Ciudad de México

Hace no mucho me enteré del esperanto gracias a Víctor Sombra quien me invitó a inscribirme al curso y, después de mi participación en él, puedo decir que fue un gran proyecto.

Mis instructores, Víctor Sombra y Araceli Aguilar me ayudaron a disipar dudas y siempre fueron muy atentos y pacientes con sus alumnos, así que mucho les agradezco por todo lo que hicieron, desde luego, también quiero agradecer a los organizadores, en especial a Doniben Jiménez y Moisés Herrera por sus atenciones y constante colaboración.

Así que finalmente he llegado a la conclusión de que el esperanto es bueno en todos los sentidos, incluso para conocer a gente benévola en el mundo.

Alexa Hidalgo, bióloga. Ciudad de México

Al comienzo me pareció algo precipitado aprender un idioma en ese tiempo y con tan pocas lecciones, sin embargo, el programa estuvo bien estructurado, los profesores, además de ser amables, dominaron los temas, resolvieron las dudas y compartieron material, así que el curso se tornó más interactivo y fácil. Además me gustó el hecho de que cambiaran al profesor cada semana, ya que cada uno aportaba algo y contribuía de diversas formas en la enseñanza-aprendizaje, no obstante lo mejor fue que practicamos tanto la teoría como todo lo aprendido.

Carlos E. Lobato G., profesor universitario. Villa Hermosa, Tabasco.

Mi experiencia en el curso fue muy grata, así como lo fue encontrar a tanta gente interesada en el esperanto, ya que en ocasiones me he sentido solo en Tabasco, porque no he encontrado gente con quien practicar el idioma.

Considero que el curso estuvo bien estructurado, cabe mencionar que al comienzo yo ya tenía rudimentos en el manejo del idioma, por ello fue muy útil para mí, casi hecho a mi medida.

La interacción con los profesores me resolvió muchas dudas, por ejemplo con los correlativos; qué tema ¿no?, además se pusieron a nuestra disposición diversos recursos audiovisuales, plataformas, libros para explorarlos y se nos incitó a descubrir más sobre el vasto mundo llamado esperanto.

Mi participación  en el curso, pues, me ha dado nuevos ímpetus para seguir aprendiendo la lengua, por ejemplo en lernu, con el Método de Zagreb, el cual me gustó mucho y conocí gracias a la página del Maestro Enrique Ellenberg, leo libros recomendados, me he integrado a grupos de WhatsApp y Telegram, etc.

Otro punto positivo es que los que terminamos el curso seguimos en contacto, sin embargo y aunque ya no somos tan principiantes, opino que aún nos falta una guía más para inmiscuirnos completamente en el movimiento.

Yair Reyes, chef. Ciudad de México

El curso de esperanto para hispanohablantes es un programa altamente recomendado, es increíble poder hablar el idioma de una manera estructurada y completa ¡en tan solo dos meses!

El curso superó mis expectativas, he quedado impresionado y satisfecho con el resultado por lo que, sin duda alguna, puedo decir que esta inversión de tiempo y esfuerzo fue lo mejor que pude hacer en los últimos meses. 

Geovani Ruiz M., historiador-profesor. Guadalajara, Jalisco.

Mis impresiones del curso son bastante buenas, estuvo bien organizado, los profesores siempre me acompañaron en el aprendizaje, respondieron a mis preguntas, las clases fueron interesantes y tuve la oportunidad de hablar y hacer amistad con esperanto-hablantes de todo el continente americano.

No tengo palabras suficientes para expresar mi agradecimiento a organizadores y maestros porque pude aprender más el idioma en este curso, y en poco tiempo, en comparación con otros tomados anteriormente.

J. César Sánchez P., civila inĝeniero. Salamanca Guanajuato.

J. César Sánchez P., ingeniero civil. Salamanca Guanajuato.

Mis impresiones del curso son bastante buenas; primero porque fue de manera virtual, en mi opinión una innovación, lo que permitió un mayor alcance, incluso más allá del nivel continental.

Por otra parte, estoy muy feliz de conocer a compañeros y profesores de América Latina, en especial agradezco mucho a estos últimos por su extenso trabajo y contribución al aprendizaje del esperanto de quienes fungimos como alumnos.

Ahora, y ya con los conocimientos adquiridos en el curso, tengo nuevos impulsos para seguir aprendiendo sobre este maravilloso idioma.

Por último, no me queda más que invitar a que juntos sigamos dando vida al esperanto.

Diana G. Valdovinos N., estudiante. Acapulco, Guerrero

Durante esos dos meses aprendí lo básico del esperanto para lograr un nivel B1. Mientras más clases pasaban, tenía más capacidad de comprender el idioma.

Los profesores nos animaron a participar en diferentes actividades virtuales fuera de clase, así que seguí recomendaciones y, para mi muy grata sorpresa, en una conferencia sobre educación en la India pude entender casi todo, hacer preguntas y comunicarme con personas del otro lado del mundo.

Una de las cosas que más valoro del curso es que conocí a muchas personas con las que puedo seguir practicando el idioma, incluso ahora que el curso ha concluido. 

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* (UEA) Asociación Universal de Esperanto, (TEJO) Organización Mundial de Jóvenes Esperantistas, (KEL) Liga Colombiana de Esperanto.

** En la imagen aparecen profesores y alumnos del curso que no necesariamente corresponden a aquellos que nos enviaron los textos aquí publicados.

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